El Aura

Publicado el 27 de junio de 2024, 8:16

El aura es el campo electromagnético que rodea nuestro cuerpo. Está relacionado con la energía de todos los chacras del individuo y todos los órganos del cuerpo influyen en su fuerza y tamaño.

El aura se encarga de proteger y proyectar. Es decir, nos protege de las energías negativas, tanto propias como ajenas. Y ya que la energía no se puede destruir, lo que hace es filtrar, canalizar, transformar y eliminar estas energías.

Cuánto más débil tengamos el aura, menos protección tenemos ante las energías negativas, esto hace que estas energías puedan interferir en nuestros pensamientos y emociones e incluso puede producirnos enfermedades.

Si nuestra aura es fuerte, seremos capaces de neutralizar todas las energías negativas que nos lleguen y transmutarlas.

El aura proyecta energía pránica, es decir, energía que sana a uno mismo o a los demás. También proyecta nuestro estado psíquico, físico y emocional. Proyecta el conjunto de lo que somos, nuestra personalidad, emociones, ilusiones e incluso enfermedades.

Cuando se entra en contacto con una persona que tiene un gran poder espiritual, un maestro, se está en contacto con su aura, y su aura limpia, cura y elimina negatividad… cuando uno se separa, se siente totalmente diferente, porque la proyección de su aura es tan poderosa que simplemente estando en su presencia se siente afectado positivamente por su energía.

Es nuestra aura el que interactúa con la energía universal para que podamos manifestar lo que queremos y lo que somos. Así que es importante darse cuenta que tu aura y el Universo que recibe el mensaje no sabe distinguir entre lo que quieres y lo que no. Si te centras en lo que realmente tienes, en lo que te apasiona, en lo que realmente quieres en tu vida (siempre desde el conocimiento de uno mismo), tu aura se irá limpiando de cosas que no necesitas y proyectará lo que realmente quieres y lo que eres. Eso será lo que esté en tu aura y el Universo buscará la resonancia con eso.

MEDIDAS DEL AURA

El aura no es estático, va cambiando con el tiempo, y depende de nuestro estado físico, psíquico y espiritual, e incluso del entorno que nos rodea, y de muchos factores más.

La medida mínima del aura es de 10 cm, si el aura mide menos de 1 metro indica que algo en la persona no va bien (enfermedad física, mental o emocional). El aura de las personas enfermas puede presentar manchas y es poco radiante.

Una persona equilibrada física, psíquica y emocionalmente tiene un aura de entre 3 y 9 metros de diámetro.

El aura de una mujer es 16 veces más radiante que la del hombre. Y si la mujer está embarazada, se expande hasta 3 veces más su tamaño, por eso notamos una luz muy radiante en las futuras madres.

Las enseñanzas de Yogui Bhajan nos dice que por cada metro cuadrado del aura de la madre, hay aproximadamente 25000 almas deseando entrar al cuerpecito del bebé que esa madre aloja en su vientre.

Una forma sencilla de expandir el aura unos 30 cm, es vestir de color blanco,

COLORES DEL AURA

El aura tiene diferentes colores, los colores pueden ir cambiando pero siempre se mantiene uno de fondo.

Ese color de fondo es el color base, el que nos da información sobre quién somos y cuáles son nuestras cualidades.

El resto de colores que aparecen en nuestro aura depende de la situación o el momento y cada uno tiene su significado.

Si el aura está teñido de colores oscuros significa que está sucia. Por el contrario, cuánto más claros y transparentes sean los colores, más pura es la persona. Y se dice de las almas elevadas, que sus colores serán azules claros o dorados.

Rojo: Representa energía, pasión, y vitalidad. Un aura roja puede indicar una persona dinámica y con mucha energía física.

Naranja: Asociado con la creatividad y las emociones. Indica una personalidad sociable y alegre.

Amarillo: Significa inteligencia, optimismo y alegría. Una persona con un aura amarilla suele ser positiva y motivada.

Verde: Conectado con el amor, la curación y la naturaleza. Un aura verde refleja una personalidad compasiva y equilibrada.

Azul: Simboliza la tranquilidad, la comunicación y la sinceridad. Indica una persona con habilidades comunicativas y un carácter calmado.

Violeta: Relacionado con la espiritualidad y la sabiduría. Un aura violeta sugiere una persona espiritual y con una gran profundidad interior.

Blanco: Representa pureza y protección. Un aura blanca es rara y puede indicar un estado elevado de conciencia espiritual.

Turquesa: Personas amantes del orden y la organización. Con gran facilidad para el liderazgo y capacidad de influencia sobre los demás.

Dorado: Se trata de alguien con la fortaleza y conocimiento para cumplir sus objetivos en la vida. Suele tratarse de personas magnéticas y admiradas.

Plateado: Persona soñadora e idealista con tendencia a fantasear y que disfruta mucho de su mundo interior.

FORTALECER EL AURA

Para fortalecer el aura es fundamental integrar la compasión; aceptar, respetar y amar a todos por igual, sin juicios ni etiquetas. Hay que trabajar para elevar la propia consciencia y la de los demás.

Una forma de limpiar y fortalecer nuestro aura es limpiar nuestra mente de pensamientos negativos y también limpiar nuestro entorno, eliminando de nuestras vidas las cosas que no necesitamos, dejar de ver televisión, no permitir que nuestra atención se centre en lo que no tenemos…

Incluir en nuestra vida mayor contacto con la naturaleza, poner atención en lo que nos gusta y nos hace sentir bien, nos ayuda a expandirlo.

Para limpiar el aura nos podemos dar una ducha de agua fría, se recomienda masajearse con aceite antes y durante la ducha.

PRÁCTICAS Y EJERCICIOS PARA VER EL AURA

Ver el aura requiere práctica y desarrollo de la percepción energética. Aquí algunos ejercicios que pueden ayudarte:

-Ejercicio de la Mano

:Siéntate en un lugar tranquilo y relájate. Frota tus manos durante unos segundos y luego sepáralas lentamente. Observa el espacio entre tus manos.

También puedes usar un papel en blanco y poner encima tu mano con los dedos abiertos. Con práctica, podrías empezar a notar un tenue resplandor o sensación energética.

-Mirar a Través de la Oscuridad

Coloca un objeto blanco en una habitación con poca luz. Mira el objeto sin parpadear y sin enfocar directamente. Con el tiempo, podrías empezar a ver un resplandor o aura alrededor del objeto.

-Meditación y Visualización

Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces. Visualiza una luz rodeando tu cuerpo y trata de percibir su color y forma. Esta práctica aumenta tu sensibilidad y percepción energética.

-Uso de Espejos

Coloca un espejo frente a ti en una habitación con luz tenue. Relaja tu mirada y observa tu reflejo sin parpadear. Con el tiempo, podrías empezar a notar una luz o resplandor alrededor de tu cabeza y cuerpo.

El estudio y la observación del aura pueden ofrecer una profunda comprensión de uno mismo y de los demás. A través de la práctica constante y el desarrollo de la sensibilidad energética, es posible aprender a ver y interpretar los colores del aura. Recuerda que este camino requiere paciencia y apertura mental. ¡Anímate a explorar este fascinante aspecto de la espiritualidad!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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